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Los niños se defienden con los 'smartphones', pero no saben gestionar la información

Según un estudio llevado a cabo por Mª Amor Pérez y Águeda Delgado de la Universidad de Huelva, los jóvenes han desarrollado sus habilidades para manipular la información de forma poco controlada ni sistematizada, este fenómeno común y generalizado ha tenido la consecuente connotación negativa de que dificulta la enseñanza de las TIC.  Ante esta situación, los investigadores proponen una alfabetización digital que ayude a comprender la información, mejorar la comunicación y la interacción social. 

Analizando las competencias digitales y audiovisuales y mediáticas, estos investigadores han percibido las deficiencias que presenta el colectivo para  emitir juicios críticos y gestionar la información de forma adecuada.
Es por ello que el estudio avanza en la línea de proporcionar propuestas didácticas para tratar de dar solución a las hipótesis de partida.
            No obstante, el artículo indica que aún queda un largo recorrido para que los procesos de enseñanza-aprendizaje en materia tecnológica, digital y audiovisual, se vean bien definidos en el currículum actual.
Aun así, para ellos resulta indispensable elaborar una serie de propuestas didácticas, contenidos y recursos que permitan que los distintos grupos que componen la sociedad sean alfabetos en esta materia y puedan hacer un “buen” uso de estos medios y tecnologías, según las profesoras.
En esta línea, la alfabetización mediática o cultural digital es su receta. Esta alfabetización, supone no solo aprender a manejar los aparatos y software, sino a comprender y elaborar información y comunicarnos e interaccionar socialmente con sentido a través de las tecnologías, añaden. Pérez y Delgado creen que "abordar el desarrollo de la competencia mediática abriría el camino a una escuela fundamentada en el pensamiento crítico, la cooperación y el diálogo, la gestión y producción de nuevos saberes, la funcionalidad de los aprendizajes, la tolerancia y la diversidad".
Los medios de comunicación actuales hacen que a diario nos encontremos con cantidad de información ingente que, en la mayoría de las situaciones no estamos preparados para procesar, y que nos comuniquemos sin conocimiento a través de estos medios.
Las ventajas de ser alfabetizado tecnológicamente es permitir que el alumnado es adquirir habilidades que le permitan hacer un uso racional de estos medios y aprender a comunicarse en este lenguaje con los adultos, según matizan.
En teoría, enseñar a usar las nuevas tecnologías a chavales nacidos en pleno siglo XXI, ciudadanos de la nueva era digital de la información y el conocimiento y de las comunicaciones debería de ser una tarea fácil y más teniendo en cuenta la cantidad de aparatos tipo smartphones  que usan a diario. Pero sabemos de sobra, sin necesidad de que los estudios lo evidencien, que el simple hecho de que estén en constante contacto con las pantallas, dotados mediática y tecnológicamente, no hace ciudadanos competentes en estos campos, sino que promueve la creencia heurística de sentirse capaces de aprender de manera crítica la información que obtienen a través de estos medios.
En otras entradas ya hemos hablado de la velocidad con la que se producen los avances tecnológicos y en consecuencia, los procesos comunicativos, y de cómo afectan estos cambios a la educación que sufre rezagada, cual corredor de maratón que cojea de una pierna y quiere ser campeón.  
Con esto queremos hacer ver el esfuerzo duplicado que la educación debe realizar en su ejercicio de transmitir conocimientos teóricos sin abandonar los conocimientos técnicos, y además hacer uso de los medios y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) integrándolos en el currículum como tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento (que el corredor logre escapar de la tendinitis y conseguir cruzar la meta el primero) más allá de su uso como mero instrumento que haga posible despertar en el alumnado habilidades que le permitan hacer un uso racional de la información y los medios de comunicación.  
Referencia bibliográfica
Mª Amor Pérez y Águeda Delgado. “De la competencia digital y audiovisual a la competencia mediática:dimensiones e indicadores”. Comunicar. Nov 2012. DOI
Noticia contrastada en 2013 de la fuente: http://www.agenciasinc.es/Noticias 

Fotografía extraída de: http://www.hola.com

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