Las TIC propician que la educación en los colegios sea una educación abierta al mundo pero por otra parte, no hay ningún estudio que demuestre que aminoran el fracaso escolar. Los profesores/as suelen llegar a la conclusión de que carecen de la experiencia suficiente para evaluar si la entrada de nuevos sistemas en las clases favorece realmente el trabajo en las aulas.
Las opiniones de profesores/as y miembros de la comunidad
educativa son diversas y abundantes pero el problema que ven es que no se sabe
qué tipo de tecnología se debe insertar en el aula y cómo hacerlo. Para añadir
este tipo de material en el aula debe ser lenta para que los profesores/as
sepan cómo actuar, cómo mantener ese motivación y combatir el fracaso escolar
con estos materiales.
Una de los motivos de no evaluar las consecuencias de la
implantación de las TIC es por la falta de tiempo por parte de los
profesores/as, por este motivo, hace difícil sacar conclusiones sobre su uso y
saber cómo influyen estas técnicas en el fracaso escolar.
Cuándo en una clase, hablas a los alumnos/as de tecnología,
es un tema que muestra interés, por lo que es fundamental y se debe generalizar
a cualquier tipo de alumno/a. Por ejemplo, contar la II Guerra Mundial con
material multimedia, por el simple hecho de verlo, a los alumnos/as se les abre
la mente.
La realidad del fracaso escolar es que afecta a todos/as
los agentes del sistema educativo, como bien dice un profesor “hay que tomar
las TIC como una herramienta más que nos ayude a encontrar a mejor manera de
que el fracaso escolar disminuya”.
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